Good bye Lenin! Y la nostalgia por la RDA

Alex intenta salvar a su madre Christine de una nueva conmoción que podría llevarla a la muerte, convirtiendo su casa en una pequeña isla anclada al pasado. En los últimos 8 meses en que Christine ha estado en coma, muchos cambios radicales han acontecido en Alemania Oriental, más concretamente todo ha cambiado. La República Democrática Alemana ha desaparecido, para unificarse con Alemania Occidental, acogiéndose al sistema capitalista y desechando a un ritmo vertiginoso todo lo que alguna vez tuvo que ver con el socialismo.

Estas transformaciones que los alemanes de la RDA acogieron con más o menos gusto, a una mujer como Christine, ferviente seguidora de las ideas socialistas y miembro consagrado del ya extinto Partido Socialista Unificado de Alemania pueden llevarla a la muerte. Es por ello que Alex, en parte sintiéndose culpable por la situación que su madre tuvo que atravesar, crea una burbuja que incluye los viejos muebles, la vestimenta, las latas y pomos de conserva, los niños del coro escolar, los vecinos renuentes al gran cambio e incluso un falso telediario mediante el cual planea disfrazar el paisaje cambiante más allá de la ventana de Christine.   

La película tiene un componente entrañable muy fuerte, al mostrar el amor sin límites de este hijo por su madre, que hace hasta lo que podría creerse imposible para evitarle cualquier disgusto. Por otra parte, se establece una crítica tanto al sistema socialista como al capitalista, el primero por estar plagado de parafernalias, burocracia y militarismo; el segundo por la tendencia consumista, el desempleo y la aculturación. Una de las palabras que nos vienen a la mente a lo largo del filme, es la Ostalgie, combinación de las palabras en alemán “Östen” (Oeste) y “Nostalgie” (Nostalgia): que se refiere precisamente a ese sentimiento de nostalgia que invadió y aún hoy invade a algunos alemanes que vivieron en la RDA, y pretenden rescatar las marcas, los envases y ciertos elementos culturales que desaparecieron casi por completo con la reunificación alemana.

A pesar de lo que podría creerse, no se trata de una película del todo dramática, ya que combina elementos de la comedia inteligente y hace un uso sofisticado de la ironía.

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